Haro es la ciudad de Víctor, el chico de marzo, y alguien muy especial.
Víctor vive en una casa lejos del pueblo, pero lo visité varias veces durante el mes y realmente os recomiendo muchísimo que os paséis por allí y os perdáis por sus calles, sus plazas, sus restaurantes y sus bodegas.
La ciudad de Haro parece sacada de uno de esos cuentos de princesas y dragones que yo no termino de creerme, pero lo cierto es que hay algo mágico por esa zona y sé que volveré a visitarla (muy a menudo)
Mirad una foto del Palacio de Tejada y decidme si estoy equivocada
O de sus calles:
Y por último, esta es la vista de mi ventana en casa de Víctor… lo sé 😉
Os dejo el enlace de la página oficial de la ciudad www.haroturismo.org
En cuanto a lo que me pasó en marzo mientras estaba en Haro, solo puedo decir que Víctor es como un buen vino… cuesta atreverte a probarlo, piensas que no es para ti, que no es lo tuyo, que no es el momento, que te hará daño y un montón de tonterías más, pero cuando lo haces tu vida cambia.