El mes de agosto visité un bosque mágico, vale, mágico, lo que se dice mágico no lo era, pero es precioso y pasé esas semanas en compañía de uno de sus guarda bosques que además es bombero y un excelente chico del calendario.

El bosque de Muniellos es una reserva natural situada en Asturias y es uno de esos lugares que parecen sacados de un cuento o de otro planeta. A mí me dio la vida en agosto (cuando leáis la novela sabréis a qué me refiero). No me digáis que no es precioso.

Tiene rutas con puentes y otras más “salvajes” en las que puedes encontrarte osos -según la época del año-, un montón de pájaros de los que tendría que haberme aprendido los nombres, y ciervos (el “momento Bambi” está incluido en “Los chicos del calendario 4: agosto, septiembre, octubre” para que yo me muera de vergüenza)

 

Fue un mes precioso y aprendí muchas cosas. No me van a dar el premio a “girl scout” del año, pero aun así fue impresionante y volvería a allí con los ojos cerrados (aunque esta vez lo haría acompañada 😉

Este es el enlace oficial Muniellos y os aconsejo que lo visitéis